Si me describiera ahora podría resumirlo todo a una simple palabra: patética.
El asunto es que me volví aficionada a tu olor, a tus palabras dulces, a tus ojitos profundos.
Es que sos sal y miel en mi universo, sos mi primer primavera después de tantos inviernos.
Cuando quiero a alguien puedo clasificar a esa persona mediante dos opuestos:
Lo mejor y lo peor de mi vida.
Así fui siempre, extremista, y es que en el amor siempre hago un menjunje.
Sucede que nunca aprendí a decidirme. Mucho menos a exteriorizar.
Siempre todo un poco tirado de los pelos, pero con final feliz...
Prestame un pedacito de tu historia. Una página o dos.
Prometo ser inolvidable.
Prometo volvernos infinitos.
(Intoxicarme en vos)
No hay comentarios:
Publicar un comentario