sábado, 22 de junio de 2013


Si me describiera ahora podría resumirlo todo a una simple palabra: patética.
El asunto es que me volví aficionada a tu olor, a tus palabras dulces, a tus ojitos profundos.
Es que sos sal y miel en mi universo, sos mi primer primavera después de tantos inviernos. 
Cuando quiero a alguien puedo clasificar a esa persona mediante dos opuestos: 
Lo mejor y lo peor de mi vida.
Así fui siempre, extremista, y es que en el amor siempre hago un menjunje. 
Sucede que nunca aprendí a decidirme. Mucho menos a exteriorizar.
Siempre todo un poco tirado de los pelos, pero con final feliz...
Prestame un pedacito de tu historia. Una página o dos.
Prometo ser inolvidable. 
Prometo volvernos infinitos.  

(Intoxicarme en vos)

No hay comentarios: