Cientos. Cientas de paginas en las que escribí tu nombre enfermizamente. Cientos.Cientos de sentimientos que me hacías probar, nuevos, adictivos, irreemplazables  Cientos. Cientas de lagrimas que dejaste que se deslizaran tranquila, y dolorosamente por mi mejilla. Cientos. Cientos de versos que me hiciste escribir, me hacías volar, me hacías volar. Cientos. Cientas de sonrisas que me robaste, literalmente, que me robaste. Cientos. Cientos. Cientos.

Supongo que sabia.

 No. 

No supongo. 

Sabía que eras un problema, un desorden en mi vida. 

¿Como fue que te deje entrar?

(My sweet, sweet trouble)